Yesim Erol:
pasión por el chocolate
Yesim Erol:
pasión por el chocolate
Te licenciaste en Filosofía. ¿En qué momento decidiste dar un giro a tu carrera profesional y dedicarte a la pastelería?
Para mí estudiar filosofía y dedicarme a lo que me dedico nunca ha sido una sorpresa. Tanto en el trabajo como en mi vida diaria, me gusta ofrecer lo que sé con gusto y como un regalo. Considero la vida y todo lo que hago como un regalo. Así que para mí trabajar con el chocolate es como un obsequio que la vida me ha ofrecido. Estudiar Filosofía fue un regalo que me hice a mí misma. Mientras estudiaba, sabía que iba a trabajar en algo relacionado con la cocina.
Cuando recuerdo algunos momentos de mi infancia, creo que puedo ver que ya entonces había sembrado las semillas de mi sueño. Nací y crecí en Ordu, una pequeña ciudad del Mar Negro. Sagra, una de las primeras fábricas de chocolate de Turquía, estaba allí. Mi padre era la persona encargada de aprobar los productos de la fábrica en el laboratorio. Así que recibía muestras y todos probábamos muchos chocolates diferentes. Todavía guardo recuerdos de mi experiencia en cuanto a su olor, sabor, textura e ingredientes y mi curio- sidad por conceptos como el producto y la materia prima debido a la profesión de mi padre.
Por otro lado, yo era una niña tranquila e introvertida. Recuerdo haber encontrado en la cocina el lugar donde podía distinguirme. Porque en nuestra casa la cocina siempre ha sido el lugar más importante. Las comidas se preparaban con mucho cuidado y los prin- cipales ingredientes utilizados en la cocina los hacían mis padres. Creo que todo esto me llevó a explorar la cocina. Empecé a pasar mi tiempo allí, tratando de impresionar a mi familia. Como resultado, encontré un área en la que podía destacar y expresarme.
La cocina fue el lugar donde aprendí lo que quería y desarrollé mi carácter. La cocina tiene una matemática y un flujo propios, y he aprendido que hay que vivir según sus reglas. La cocina me ha enseñado a adaptarme y a ser disciplinada, a definir y conocer con precisión.
La cocina fue el lugar donde aprendí lo que quería y desarrollé mi carácter. La cocina tiene una matemática y un flujo propio, y he aprendido que hay que vivir según sus reglas.
¿Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta llegar aquí?
En Estados Unidos primero estudié gestión de alimentos y bebidas y, después de hacer las prácticas en diferentes departamentos, decidí entrar en el mundo de la pastelería y estudiar en la French Pastry School. Tras mi graduación, tuve la oportunidad de trabajar en el Sofitel de Chicago y ahí empezó todo.
Después de volver a mi país natal, durante los últimos 15 años he trabajado como pastelera y chocolatera y como responsable en diferentes cadenas de pastelería y empresas en el sector de la alimentación y bebidas.
He tenido la oportunidad de trabajar en proyectos de desarrollo y lanzamiento. Creo en la formación continua para estar al día de las tendencias de nuestro sector y aprender nuevas técnicas y aplicaciones. Por eso me he formado continuamente en este ámbito desde 2005. He seguido añadiendo nuevas formaciones a mi educación siguiendo muchas escuelas profesionales de formación continua e instituciones privadas en Europa.
Todas las marcas y cocinas con las que he trabajado me han ayudado a ver el panorama general del mundo en el que estamos y a estar bien conectada. Por último, empecé a trabajar como chef en la Chocolate Academy Istanbul y llevo dos años y medio haciendo mi trabajo con gran placer y pasión.
¿Con qué tipo de pastelería disfrutas más o te sientes más identificada?
Puedo decir que progresar haciendo nuevas combinaciones y maridajes de recetas tradicionales y clásicas, centrándome en el uso de ingredientes locales, es la base de mi trabajo. El cambio que veo que experimentan los ingredientes simples por las técnicas que aplicamos ha alimentado mi curiosidad y mi pasión. Por eso siempre empiezo con lo simple y sencillo y sigo un camino en el que intento crear la textura y el aroma que quiero.
Un gran ejemplo de ello es la receta de Pate a Choux, una de mis favoritas. Preparar esta masa que se utiliza en muchos postres popu- lares en Turquía utilizando diferentes técnicas es especialmente agradable. Y convertirlo en un postre que todo el mundo consume con alegría es siempre motivador y divertido.
El chocolate es un sabor que hace feliz a todo el mundo desde el primer bocado hasta el último. Es una felicidad pura y un placer crear bombones bien equilibrados y maridados.
Has trabajado en Chicago y te has formado con grandes chefs europeos como Christophe Adam, Pierre Herme, Quentin Bailly o Paco Torreblanca. ¿Cómo han influido en tu aprendizaje y en tu estilo?
Creo que los chefs con los que me he formado tienen en común la creatividad, el respeto por el ingrediente y el estilo sencillo. Como la ma- yoría de nosotros, cuando empiezo a aprender algo nuevo o busco y pruebo algo nuevo, imito. Para mí, el aprendizaje comienza con la imitación. Esta experiencia es como trabajar con un buen mentor.
He seguido con atención las técnicas e ingredientes preferidos de todos los chefs con los que he trabajado, y he creado mi propia forma de trabajar con el tiempo.
¿Cuál es el ingrediente que más te inspira a la hora de trabajar?
Por supuesto, ¡el chocolate! El chocolate es un sabor que hace feliz a todo el mundo desde el primer bocado hasta el último. Es una feli- cidad pura y un placer crear bombones bien equilibrados y maridados.
El chocolate tiene una historia y un recorrido increíbles. Siempre me ha parecido interesante que el fruto del cacao sea el ingrediente más investigado y estudiado científicamente. El cultivo del fruto del cacao, la cosecha, su proceso de fermentación y el proceso de fabricación tienen innumerables pasos para llegar al producto más deseado del mundo.
Además del chocolate, la avellana es el ingre- diente que alimenta los sabores y aromas en mi memoria con su olor y textura.
En la actualidad eres directora de la Chocolate Academy Istanbul. ¿Cuáles son tus funciones?
Consiste en gran medida en la formación y el apoyo. Se trata de un servicio de dos vías de negocio que llamamos cooperación e innovación, con el apoyo del trabajo de marketing dentro de los canales industriales y gourmet. En el apartado de formación ofrecemos principalmente formación de nivel avanzado en las áreas de chocolatería y pastelería a empresarios y cocineros que trabajan en negocios de pastelería o de hostelería. En resumen, su alcance incluye la formación, la innovación y el apoyo.
¿Cuáles son los gustos y preferencias de los consumidores turcos?
En Turquía hay una mayor demanda e interés por los postres tradicionales, pero los postres a base de leche se preparan de formas muy diferentes. Por eso creo que los postres lácteos preparados en nuestro país y en nuestra cul- tura son muy especiales. Y, por supuesto, el baklava ocupa un lugar muy especial. Prefiero los postres caseros tradicionales, especial- mente el Keşkül. Preparado con pocos ingre- dientes, este postre tiene su propia técnica de preparación y una textura muy diferente y especial. La almendra amarga que se utiliza en pequeña cantidad en su preparación hace que el Keşkül sea un postre memorable.
Como buena conocedora de Chocovic, ¿qué características puedes destacar de nues- tros productos?
Su relación calidad-precio es su característica más importante en nuestro mercado local. Mantenerse en un rango de precios asequible y al mismo tiempo ofrecer un servicio de calidad lo hace importante para el mercado turco.
¿Tienes alguna cobertura o producto favorito?
Creo que mi favorito es el chocolate negro al 53%. Por su intenso sabor a cacao, su facilidad de uso gracias a su forma y su amplia gama de aplicaciones, puedo utilizarlo en cualquier tipo de preparación.
Por último, en nuestro próximo viaje a Estambul, ¿qué dulce o pastel típico de Turquía que nos recomiendas probar?
Sin duda, los postres a base de leche y los postres tradicionales turcos en almíbar.