Maridaje Lluís Costa & Tortell Poltrona: creando bombones de felicidad
Maridaje Lluís Costa & Tortell Poltrona: creando bombones de felicidad
Dos talentos únicos
Lluís Costa y Tortell Poltrona se conocen desde hace tiempo. Los dos son vecinos de Sant Esteve de Palautordera, una pequeña localidad catalana a los pies del Montseny donde ambos residen y trabajan. Desde niño, Lluís siempre ha sido un gran admirador de Tortell y su circo, una admiración que ha crecido con el paso del tiempo y que se ha hecho mutua.A pesar de su juventud, Lluís Costa es un referente de la nueva pastelería catalana y su obrador, Vallflorida Xocolaters, es parada obligatoria para los amantes del chocolate y los dulces.
Jaume Mateu Bullich, conocido artísticamente como “Tortell Poltrona”, es toda una institución en el mundo del circo. Fundador del mítico Circ Cric y de la fundación Payasos Sin Fronteras, lleva desde 1974 haciendo sonreír a niños y mayores de todo el mundo, acumulando innumerables premios y reconocimientos dentro y fuera de nuestras fronteras.
Fundación Payasos Sin Fronteras
Cuando Chocovic planteó a Lluís Costa el reto de maridar su talento con el de un artista, nuestro embajador lo tuvo muy claro desde el principio: el elegido sería el payaso Tortell Poltrona, un cómico al que conoce muy bien y al que admira por su inmenso talento creativo, pero también por su faceta más humanitaria, desempeñada a través de Payasos Sin Fronteras.
Impulsada a partir de una colaboración con la Escola Projecte de Barcelona, Payasos Sin Fronteras es una fundación sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar la situación emocional de la infancia más desfavorecida tanto en el estado español como en zonas del mundo castigadas por conflictos armados y catástrofes naturales. En sus más de 25 años de trayectoria, ha realizado expediciones y proyectos de circo en países como Croacia, Bosnia, Kosovo, Líbano, Palestina, Irak, Honduras, Colombia, Mali, Argelia o Mozambique.
Bombones de felicidad
¿Cómo unir chocolate y circo? ¿Cómo maridar sonrisas y solidaridad? En su obrador de Vallflorida Xocolaters, Lluís Costa empezó a trabajar en la idea de una pieza que fuera capaz de transmitir el mensaje de Payasos Sin Fronteras. Inspirándose en algunos de los principales proyectos de la fundación y asesorado por Tortell Poltrona, seleccionó seis países y desarrolló una colección de bombones de chocolate con matices de sabor representativos de cada uno de ellos.
Seis bombones que nos transportan mentalmente a Colombia (café y toffee de caramelo), Palestina (aceite de oliva), Guatemala (fruta de la pasión, mango y piña), Líbano (cacahuete y pasta de limón), México (tequila con limón) y Yugoslavia (cereza), presentados en una caja que representa una carpa de circo con un gran bombón con forma de nariz de payaso en el centro.
Chocovic ha colaborado con Payasos Sin Fronteras ayudando a financiar el proyecto “Soporte a los refugiados y víctimas de diferentes conflictos bélicos alojados en Etiopía”.
Durante su duración, de diciembre de 2018 a noviembre de 2019, se realizaron un total de 13 espectáculos y 3 talleres para la infancia refugiada y desplazada de los campos fronterizos de Etiopía, que acogen a cerca de 300.000 personas procedentes de zonas en conflicto de Somalia y Eritrea. Los equipos de payasos y malabaristas de Payasos Sin Fronteras actuaron para más 8.200 niños y niñas, ayudando a mejorar su estado anímico a través de la comicidad y las artes escénicas.