El problema de los frutos secos y el uso del agua
- La mayoría de los frutos secos crecen mejor en áreas con un clima mediterráneo donde el agua suele ser un recurso escaso. Su uso debe optimizarse y compartirse adecuadamente mientras se preservan los ecosistemas locales.
- El rendimiento de los árboles de frutos secos se ve directamente afectado por la cantidad de agua que reciben. En algunas regiones, se utiliza la inundación para regar los almendros, una práctica que no es tan efectiva como el riego por goteo donde el agua se dirige a las raíces de la planta.
- Paralelamente, con el cambio climático, los productores notan un mayor riesgo de condiciones climáticas extremas, incluidas sequías e inundaciones.
En este contexto, es clave garantizar que los productores de frutos secos con los que trabajamos sepan cómo usar el agua de manera eficiente para producir sus preciados frutos secos sin que suponga un impacto negativo para su entorno.
Nuestro compromiso
Nuestro compromiso: en 2025 todos nuestros frutos secos que obtengamos provendrán de granjas donde se ahorra el agua.
Mediremos y haremos un seguimiento de la cantidad de frutos secos que obtenemos de acuerdo con los siguientes criterios:
ol>Los sistemas de riego eficientes incluyen riego por goteo: distribuyen gotas de agua justo en las raíces del árbol, donde más lo necesita. Con este sistema, el 95% del agua se almacena en el suelo y está disponible para el árbol, frente al 75% de sistemas menos eficientes como las inundaciones.
El riego basado en las necesidades reales de los árboles es clave para evitar el riego excesivo o insuficiente. Se realiza calculando la evapotranspiración y teniendo en cuenta las actualizaciones meteorológicas.
Nos relacionamos directamente con algunos de nuestros proveedores para ayudar a los agricultores a ahorrar agua.
Por ejemplo, hemos estado trabajando con una cooperativa de frutos secos y algunos ingenieros locales durante un año para estudiar las prácticas de riego de un grupo de agricultores: midiendo su consumo de agua, su calendario de riego, los fenómenos meteorológicos, la humedad del suelo, las necesidades de sus árboles y analizando las posibles mejoras que se podrían realizar para incrementar la cantidad de frutos secos producidos por litro de agua aplicada.
